jueves, 3 de marzo de 2011

Risotto blanco con esparragos trigueros

Antes de empezar solo os quiero dar un consejo....si tenéis prisa este plato nos os saldrá bien!!!
El único secreto es que hay que concentrar toda nuestra atención durante 18 minutos y os saldrá un plato espectacular.

Aquí os dejo la receta para 4 personas:
1 litro de caldo aprox.
1 cucharada de aceite de oliva
2 cebollas medianas picadas
sal y pimienta
1 ajo
320 gr. de arroz para risotto
1 vaso de vino blanco 
1 cucharada de mantequilla
170 gr. de queso parmesano rallado

Para empezar calentaremos el caldo. En una sartén saltearemos brevemente los espárragos troceados y los reservaremos. Una vez hecho esto, rehogamos en una cazuela el ajo y las cebollas picadas con el aceite de oliva y lo dejamos hasta que la cebolla esté blanda (8-10 min.). Cuando esté tierna, agregamos el arroz y subimos la temperatura del fuego. A partir de ahora es cuando no te puedes despistar y debes poner toda tu atención en la cazuela.
Vamos removiendo el arroz lentamente y vemos como se va friendo, no queremos que se dore si no que se vaya volviendo traslúcido, así que quizás debas bajar el fuego un poco. Una vez tenga el aspecto que queremos, añadimos el vino y no dejamos de remover, aquí el el alcohol se evaporará y dejará un delicioso aroma.
Una vez se haya evaporado el vino, añadimos un cucharón de caldo y un poco de sal. Ahora debemos bajar el fuego casi al mínimo, ya que si estuviese demasiado fuerte, el arroz quedaría blando por fuera y duro por dentro. Vamos añadiendo el caldo con el cucharón y removiendo constante y delicadamente durante unos 15 minutos, dejando que el arroz absorba el caldo antes de añadir otro cucharón. 
Después del primer cucharón de caldo, añadimos los espárragos que habíamos salteado anteriormente.

Después de 15 minutos removiendo delicadamente nuestro risotto probamos el arroz, si no está en su punto añadimos caldo hasta que el arroz esté blando pero entero.
Una vez llegado a este punto, retiramos la cazuela del fuego, añadimos la mantequilla y el queso parmesano reservando una pequeña cantidad para espolvorear por encima. Lo removemos bien pero con cuidado, y servimos nuestro risotto mientras esté caliente. Debe estar cremoso, sedoso...

Que aproveche!!!

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